¿Astrigente? ¿Exfoliador?

El astringente es deseable pero no indispensable, ayuda a cerrar los poros, tiene además propiedades antisépticas que ayudan a equilibrar los niveles de grasa y a mantenerte al margen de barros y espinillas.

En la piel grasa, el astringente mantienen muy limpio el rostro, y le brindan frescura. Uno de los beneficios más atractivos es que ayuda a controlar la secreción sebácea.

Deja una sensación agradable en la piel, por lo que muchas mujeres lo prefieren.

Aplicarlo es muy sencillo, simplemente debes humedecer un pedacito de algodón con este líquido y pasarlo suavemente por todo el rostro, evitando el área de los ojos y los labios.

¿Una piel más tersa? Exfóliate

Si traes maquillaje retíralo para luego comenzar a exfoliar tu cutis. Es muy importante detectar tu tipo de piel para saber con que frecuencia debes realizar este procedimiento.

Si tienes la piel grasosa puedes usarlo hasta tres veces por semana. Pero en condiciones normales una vez a la semana es recomendable.

Todos los tipos de piel necesitan exfoliarse, aún las pieles secas y sensitivas. De igual manera, para este tipo de cutis debes usar tratamientos exfoliadores con menos frecuencia.

Hay gran variedad de marcas que manejan exfoliadores entre sus productos estrellas, si deseas lograr los mejores resultados y evitar irritaciones debes utilizar el tipo correcto de acuerdo a tu tipo de piel. Lo mejor es consultar con tu dermatólogo acerca de los métodos de exfoliación ya que existe una variedad de productos y procedimientos médicos que puedes utilizar.

Por otro lado, puedes hacer el propio en casa; recuerda que la manzana, la papaya y el limón son exfoliadores naturales.

Entre los tantos beneficios que tiene exfoliar nuestro cutis están el tener una piel mucho más oxigenada y humectada, más tersa y suave; aportándole brillo y frescura; sin olvidar el que mejora la eficacia de los tratamientos que comúnmente usamos.

Otros beneficios de exfoliar la cara incluyen la reducción del sebo, que produce los brillos de la cara, y previniendo la formación de granitos. También limpia de impurezas y estimula la microcirculación sanguínea, por lo que previene el hinchazón y la acumulación de líquidos.

¿Cómo exfoliar nuestro cutis en casa?

Los pasos son los siguientes:

- Despeja tu cara.
- Humedece con agua caliente un paño o un trapo limpio. El agua debe estar a una temperatura alta pero soportable.
- Colocar el paño caliente en la cara durante uno a dos minutos para abrir los poros.
- Lávate la cara con suavidad utilizando tu limpiador facial de costumbre.
- Si vas a usar un nuevo producto debes hacer una prueba en una pequeña parte de la cara, para asegurarte de no tener una reacción alérgica.
- Ya sea natural o no prepara tu exfoliante, aplícate la pasta sobre la piel limpia y húmeda utilizando dos dedos o un paño limpio humedecido con agua tibia. Frota la pasta con suavidad realizando movimientos circulares sobre toda tu cara, este procedimiento hará que vayas deshaciéndote de la piel muerta.
- Si utilizas una brocha o esponja exfoliante, realiza movimientos ligeros y cortos durante unos 30 segundos.
- No exfolies los lugares en donde tengas cortes, heridas abiertas, una quemadura solar o un brote de herpes.
- Enjuaga toda la pasta exfoliante con agua tibia en lugar de caliente. Luego moja tu cara con agua fría para así cerrar tus poros.
- En este momento tu piel está muy sensible por lo que debes tratarla suavidad, así que para secarla, utiliza una toalla limpia y suave para secarte la cara con toques ligeros en lugar de frotarte con fuerza.
- Aplica tu crema humectante, mucho mejor si contiene protector solar este debe terner un FPS de al menos 15.

Si tu piel es sensible, busca exfoliantes que estén etiquetados como adecuados para pieles sensibles. Escoge un producto con esferas exfoliantes suaves y sintéticas. Estos productos también son buenos para la piel seca o la que se irrita con facilidad.

Si tu piel es aceitosa, opta por un producto con esferas ásperas que produzcan una exfoliación más agresiva.

Exfoliante de azúcar

Sus gránulos son muy eficientes para remover las impurezas y las células muertas. Eso sí, asegúrate de no tener la piel sensible para poder utilizar esta receta.

Ingredientes

• 7 cucharadas de aceite de almendras (cambia por aceite de oliva si no tienes de almendras).
• 5 cucharadas de azúcar.

Preparación

- Mezcla de forma homogénea el azúcar y el aceite de almendras.

- Toma la mezcla y aplícala sobre tu rostro de abajo hacia arriba, dando masajes circulares con los dedos mientras lo haces.

- Cuando hayas terminado retira con agua tibia, seca muy bien y finaliza con tu crema hidratante de siempre.

Fuentes:

Wiki how.

La guía femenina.

Eme de mujer.